Después de la saturación del torbellino de ideas y pinceles al que me he visto sometido para terminar el motorista de prueba, necesitaba un pequeño descanso de los pinceles y el agua saturada de pigmentos variopintos, así que no se me ha ocurrido una mejor manera de hacerlo que ponerme con las peanas del resto del ejército y así no pierdo tiempo de trabajo.
Aquí van un par de fotillos:
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